Lisa Randall y las ancas de branas



«Sabemos, por supuesto, que son branas tridimensionales, pero imaginemos que tuvieran dos dimensiones. Entonces podrías imaginar una brana aquí… ésta es la brana en la que vivimos, con los electrones y los quarks aquí, nuestros átomos y galaxias… nosotros estamos atrapados en esta brana, parece bidimensional en el dibujo, pero realmente es tridimensional, y así hasta el infinito. Es infinita en las tres dimensiones. Pero pongamos que ésta es una dimensión adicional, no es la tercera, sino la cuarta dimensión espacial; la quinta dimensión del espacio-tiempo. Entonces podemos imaginar que hay otras branas en otros lugares con otras fuerzas sobre las partículas. La química en otros lugares sería totalmente distinta. Pero puede que sin embargo hubiera comunicación gravitacional entre nosotros». Lisa Randall en un programa de Redes hace unos años, toda guapaza ella de la muerte, que te quedas así en un es no es mientras dibuja las branas en un papel.

Y ahora un vídeo de una canción que dice mi Pk. que bailaba con su primer novio. Que me lo ha dicho justico después de ver yo lo de las branas de la Lisa Randall. Bendito sea el Santisísimo. Observen a Pecho Lobo, con pelazo lacado y cantando como Heidi. Algo comprensible si observan cuan apretados llevaba los huevicos bajo los jeans. Falsetes, falsetes del copón, oigan.
http://www.youtube.com/watch?v=nREV8bQJ1MA&ob=av2el


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas