Felicidades Norah



Aproveche y felicite desde aquí a Norah Jones por su cumpleaños. Norah Jones, lo más grande.

7 Revelaciones:

Helter dijo...

Ay, ay, madre, que me estoy mareando. Que me ha parecido ver en el encabezado de este blog que se llama Cambio Radical. Y me he dicho, pues va a ser el blog de Harry. Si está virado a sepia y se llama Cambio Radical, sin duda es el de Harry. Pero publica Arkab.
Perdón, a lo que iba, ¡feliz cumpleaños, Noraaaah!
Ay, me estoy mareando, que ya no sé quién soy ni de dónde vengo ni a dónde voy.

Anónimo dijo...

que me pasa como a helter, que no sé si cambio radical se multiplica o arkab se difumina o si acaso la mancha hiptálmica se queda circunscrita a los pañuelos blancos.
Ah, felicidades, claro que sí

Badil dijo...

¿Ustedes saben si el señor Shankar hizo chicos? Que las chicas le salían muy bien y eso, pero ¿hizo algún chico?

Harry Sonfór dijo...

Hizo un chico, Badil, pero no le salió igual, yo se lo aviso. La hermana del sitar, reguapa, pero el chico... ay, el chico no... no es lo mismo.
¡Muchas Felicidades, Norica, guapa!

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Arkab, que ya la he felicitado, por activa y por pasiva, pero que nada.

Vanessita dijo...

VA, NORA JONES, LA KE SI KE MOLA SOBRETODO ES PINK.

Helter dijo...

Bueeeeeeno, vaaaaale, pues la felicito otra vez: ¡Felicidades, Norah!
Pero eso sí, a Agnetta la va a felicitar su tía agüela, que quede claro.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas