Así tituló esta foto Sánchez del Pando, recordarán que ya les hablé de ella. Bien, aquí la tienen. He tenido que hacerla con el móvil en la Cervecería Triana de Sevilla, una de mis favoritas como saben ─al igual que con el resto de cervecerías del mundo donde sirvan buena cerveza, tengo cierta atracción magnética hacia ellas, es algo que Dios Nuestro Señor, en su omnisciente inteligencia diseñadora, creó en mi ser─, y ello es debido a que no hay huevos de encontrarla como yo querría por esos mundos de internet. No pasa nada. Mi querido Harry Sonfór seguro que toma la foto y le hace tres arreglos que levantarían al mismísimo Sánchez del Pando de su tumba para darle las gracias, con el permiso de sus herederos, claro. Pero yo no doy para más. ¿Qué reciben ustedes a cambio? Bueno, si hacen click sobre la foto podrán ver a ese niño del primer plano, de apenas cinco años, y ya con barriguita cervera, con esa pose como diciendo con acento alemán »Trae pacá, carajaula, que es lo más fresquito que voy a tomar en los próximos tres años«. También pueden ver que en la pared de atrás hay azulejos de Mensaque, algo muy típico de los locales sevillanos que, como todo el mundo sabe, fueron ideados para que yo me esté cagando en los muertos del que inventó los azulejos de Mensaque todos y cada uno de los días de mi vida y, especialmente, cada vez que los veo; hay también unas luces fluorescentes arriba, no son de la foto, no estaban en la foto de Sánchez del Pando; podríamos pensar que son los fluorescentes de la Cervecería Triana, podría ser; y el señor que se refleja bajo el brazo del hombre que da la cerveza al niño, hasta podría ser yo, pero no, no liemos más el trasunto fotográfico, que ya tenemos bastante con esas hadas del bosque que parecen revolotear sobre el fluorescente, con los 328 gnomos escondidos en el barreño del señor de la derecha y con los ángeles del Señor que, como todos bien sabemos, ocultos en alguna parte, cuidaban de cada una de las criaturas que en fila degustaban cerveza en el Hospicio Provincial de Sevilla en agosto de 1933.
Primer premio en el Primer Concurso de Humor Gráfico Fundación Paurides
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Mi dibujo sobre la España vaciada ha conseguido el Primer Premio del 1º
Concurso de Humor Gráfico Fundación Paurides.
En la sede de la funcación en E...
Hace 1 mes
2 Revelaciones:
Claro, así los niños salían así de fuertes y hermosotes, venga a darle a la cerveza. Oiga, el niño no solo parece que tiene acento alemán sino que usa comillas latinas al estilo alemán. Es un niño muy fino, tripudo, pero fino.
La foto es buena, pero buena. Sobre todo, después de verla en el blog de Harry, lo maja que la ha dejao (¡¡artit-ta!!). El título, todavía mejor: no degustan cerveza, los niños, simplemente, no; degustan sus propiedades, que tiene miga la cosa.
A los promotores y vigilantes de lo políticamente correcto se les ha escapao una que yo me sé: y es que si se enteraran de que en un episodio de "Wickie el Vikingo" el tal Wickie se agarra una trompa descomunal con su padre y el resto de la tripulación del barco para celebrar el estupendo botín que han conseguido, dejaban de anunciarla por la tele como un produkto rekomendado para la infancia. Jejeje...
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