Mamzelle Marie


Fashion shot inspired by
the legend of Marie Laveau
Rick Olivier


Marie Laveau, supuestamente mulata, autoapodada La Viuda de Paris tras la muerte de su marido, Jacques Paris, tenía dos facetas en su personalidad. Por un lado era mujer laboriosa, humilde y muy puntual, ejerciendo sus pequeñas obligaciones como peluquera de blancas y criollas adineradas de Nueva Orleans. Por otro lado era hembra altiva, mucho más sofisticada, de tremenda fortaleza física –mujer de gran envergadura, jaquetona-, a la que no era fácil detener. Claro que bajo esta apariencia se convertía en reina del voodoo en la calle Congo, donde dejaba fascinados con su serpiente a los bailarines negros en las danzas del domingo y su ofrecimiento de diversiones prohibidas. Una diosa para los negros y la gurú de los blancos en cuestiones de dinero y amor, inspirando el terror necesario cuando la situación lo exigía. Mamzelle Marie Laveau se uniría a Louis Christopher Duminy y tendría quince hijos, uno de los cuales continuaría con la tradición tras su retirada. No le debió ir mal a la hija porque también se convirtió en un fetiche del vudú, si bien terminó muriendo ahogada en el lago Pontchartrain, en 1890, un año antes de que lo hiciera su madre, otra vez, que ya la llevaban muriendo unas decenas de años. Ambas seguirían apareciéndose durante muchos  más años, como autoestopista que se precie sobre carretera secundaria de innumerables curvas de la provincia de Soria. Si alguien estuviese interesado en llevarle comida, dinero o flores, y quiere pedirle ayuda, no sin antes darse la vuelta tres veces y hacer una cruz con ladrillo rojo sobre la piedra, queda informado de que los restos de Marie Laveau reposan en el cementerio de St. Louis (Missouri).

11 Revelaciones:

Helter dijo...

Quince hijos, por dios. Y aún le queaba tiempo pa otras cosas... O se organizaba de puta madre, o tenía criadas, cocinera, nanny, camareras, y hasta una doble.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Arkab ¿se ha fijao que las señoras blogueras que nos vienen a visitar... bueno, listas son. Eso no lo discute nadie, pero que están un poco demodés, que he pasado por sus blogs y no tienen fabicón. Que yo lo digo por dejarlo caer, no más, que no quiero sembrar polémica ni nada, sólo advertir que no tienen fabicón en su blog.

Harry Sonfór dijo...

Y además decirle que estoy muy contento, que soy el visitante 500. Ole.

Helter dijo...

Yo, por no tener, no tengo ni contador.

Arkab dijo...

Bueno, Helter, también es posible que en realidad no fuesen hijos suyos, sino zombis adoptados. Que a la cosa zombi también era muy dada la señora.

Ni se le ocurra, Helter. No ponga contador, no lo haga, no, o, de hacerlo, que caiga sobre usted la maldición del Rayo Vallecano. Que me va a dar mucha envidia, que tiene usted más fanes que Luis Miguel y su blog más entradas que Bruce Willis rapado.

Muy bonito su fabicon, Harry, ¿se lo ha cedido el ayuntamiento de Ciudad Real? Si Helter sigue su ejemplo habremos conseguido dar con el fabicon anticaspa.

Mister Enigma dijo...

Y cuando me quieras llamar "soplapollas", me lo dices en la cara y no en foros soviéticos de zapatitos endogámicos, progres, censuradores.

Quejas al maestro Armero, es decir a Kakakernel.

Mister Enigma dijo...

No seas tan chulo insultándome en un foro en que sabes que no puedo acceder -eres muy valiente- y no replicaré a tu basura de insultos. ¿Lo ves? Hay que ser justo, concepto que tú desconoces. "soplapollas", "presunto delincuente" "curita"...

¿Para qué insultas si sabes que no te responderé en tu foro endogámico? ¿Has visto que yo te insulte ahora? Claro que si quieres censura, te puedes ir a Corea con tus zapatitos; o puedes adaptarte a un concepto de libertad que desconoces por el compromiso de peonadas falsas y tal y cual :-)

Mister Enigma dijo...

Ah, y no estoy borracho como insinúa la mediosoprano, gloria de la ciclotimia virtual ,y tal y tal y tal.

¿No te apetece esta discursión? No insultes en donde no te pueda responder. ¿Ves qué fácil?

¿Para que haces el papel de curita? Allí insultando y aquí de poeta...

Mister Enigma dijo...

¿Ves que te insulto y te digo "soplapollas" durante las 24 horas del día? Porque soy una persona educada. Cuando aprendas a no insultar, quizás puedas dirigirte a mí. ¿No somos al fin y al cabo iguales? ¿Cómo te atreves a llamarme "soplapollas"? ¿Has visto que yo te califique? ¿Lo ves? Aprende educación y modales. Aprende a relacionarte de igual a igual y no de Stalin a hormiga, porque no es justo.

Mister Enigma dijo...

Y si no quieres que siga, empieza a borrar tus sucios insultos aprovechando que sabías que no te podía contestar.

Claro: Estáis muy acostumbrados a la censura soviética, luego os dáis de bruces con la realidad y os escandalizáis: Pues el mundo es así. Vosotros sois un poquito satélites :-)

Seguid con el insulto: Dad y recibiréis :-)

Mister Enigma dijo...

Y no me vengas luego a decir que no ensucie tu blog: No insultes y no ensucies mi persona y no me meteré con tu blog. Dad y recibiréis, que sois muy chulos cuando no se os puede contestar. ¿Queréis insultar? Pues a algún espacio libre habrá que ir. ¿Lo ves? ¿Dónde está kernel ahora para sollozar como hizo...? ya no me acuerdo, lo siento.

En resumen, no insultes en sitios donde no te puedan contestar y no recibirás respuestas sin insultos como "soplapollas".


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas