Truco pelacebollas




Cuando Trikki corta una cebolla para dar de comer a sus cuñados hambrientos está produciendo una rotura celular que libera la enzima alinasa para que se mezcle con las moléculas de otra cosa química que se llama trans-(+)-S-(1-propenil)-L-cisteina sulfóxido
-¿ven lo importantes que son los químicos?, sin ellos es posible que eso mismo que acaban de leer estuviese escrito, además, en latín-, produciendo piruvato, amoníaco y syn-propanotial-S-óxido. Ésta, ésta y no otra, es la molécula que hace llorar desconsolado a Trikki delante de todos sus cuñados gorrones de forma sólo equiparable a David Vela rememorando el Moreninha, moreninha de Gabriel Cardoso. Para evitarlo, o cuando menos atemperar la llorera, es conveniente antes de pelar la cebolla remojarla unos segundos en agua caliente, o bien mojar el filo del cuchillo en vinagre. Otros, como la señora de arriba, prefieren procedimientos más radicales.

13 Revelaciones:

Helter dijo...

Yo la pelo justo debajo del extractor de la cocina a plena marcha. La cebolla, digo.

Arkab dijo...

Sí, claro que sí, Helter; y me apuesto la mitad de mi carné de socio del Sevilla a que Trikki la pela encima de su famosa y agitada lavadora. Ya verá.

Trikki dijo...

Pues no, tan sólo mojo el filo del cuchillo con agua pura y dura del grifo y la cebolla está de nevera, fresquita, y si me sale algún lagrimón aprovecho el pleno llanto y le digo a mi Santa "¿ves cariño como me tienes por no hacer lo de la lavadora?".

Trikki dijo...

Oiga Arkab, que para llorar no hace falta pelar cebolla, mire, mire...

http://es.youtube.com/watch?v=UhlR1_tN_bM&feature=related

Harry Sonfór dijo...

Oigan, pues le voy a decir el mejor truco para no llorar pelando cebolla. Córtenla cerca de un grifo abierto echando agua. Y vostedes dirán: qué jodío, ahí malgastando agua. Pero no, pongan un cubo debajo y así les sirve para fregar o para regar las plantas. Pero sí, es mano de santo. ¿Que les pica un poco el ojo? pues acercan el ojo al grifo. Mano de santo. No hay nada igual.
¿Que han cortado ajo y les huelen los dedos a ajo? pues lávense con agua, sin frotar, sin jabón ni nada, y se les va el olor a ajo. Maravillas del agua.
Leche, parezco Fluvi.

Arkab dijo...

Juerr, todo el mundo pendiente de las cebollas y nadie es capaz de comentarme ese papel de la pared, ese tapizado del sofá y ese estampado de la señora de esta fotografía realizada en Circa, 1975. ¡Qué poca consideración! ¡¡Muerte a Otto, muerte a Bono!!

Trikki dijo...

Oiga, Arkab, que ya que está con esos truquillos que nos hacen la vida más agradable, a ver si conoce alguno para mosquitos en exterior, que no sea flick, o velas de esas amarillas (se suben encima los mosquitos), aparatos ultrasonidos (se suben encima y creo que hasta se ríen) o Autan,(que apesta que da gusto), y ya puestos seguro que usted sabe el sentido que tiene que en algunos pueblos, pongan bolsas transparentes llenas de agua para las moscas. Siempre que lo he preguntado no me han sabido responder, se ve que pasa de generación en generación aunque no sepan por qué las ponen.

Harry Sonfór dijo...

La respuesta es: GERANIOS
Lo dice el caballo de bastos.

Arkab dijo...

Je, je, lo de las bolsas de agua está muy bien si se la pone delante de usted y baila alguna cosa de Georgie Dan, mientras se esté moviendo no se acercará ninguna mosca. Lo de los mosquitos es un misterio, amigo Trikki. De todas formas tener un jazmín cercano o plantas de albahaca le ayudarán a ahuyentar alguno. Si le digo la verdad, yo creo que los mosquitos saben a quién tienen que picar y a quién no. En mi casa tienen muerto a mi hijo pequeño y a mí no se acercan: saben que morirían por intoxicación etílica. Yo para los canarios lo arreglo colgando una media femenina de rejilla, que además de ser muy eróticas, me sirven para rellenarlas de bolitas de alcanfor; bueno, en realidad ya no son de alcanfor porque la naftalina está prohibida, pero en general los antipolillas y antiinsectos en general. Eso sí «cantará» como el armario de su abuela. De todas formas, le voy a dar un método para que se tome debida venganza con algunos mosquitos de los que le dan la lata. Verá qué satisfacción le dará a usted verlos allí atrapados. Yo es que con los mosquitos y con las moscas es que no puedo. ¡¡Muerte a las moscas!! ¡¡Muerte a los mosquitos!! ¡¡Muerte a Otto!! (Ya que estoy aprovecho). Ah, el truco que se me olvidaba.

Helter dijo...

Ahora que me fijo, es increíble ese papel de la pared, ese tapizado del sofá y ese estampado de la señora de esa fotografía realizada en Circa, en el año del señor de 1975.
Y mencionar que yo ya no sé si lo que ronda por mi casa de noche son mosquitos gordísimos o vampiros pequeñitos. Por siaca esta noche adornaré puertas y ventanas con ajo marinado en Cucal.

Trikki dijo...

Oiga, que está muy bien lo de la trampa si resulta.

Harry el caballo de bastos se equivoca, si hay algo que tengo en casa son geraneos, y oiga, actualmente como yo de grandes mas o menos, también tengo jazmin, la hierbabuena la quité por que se me comía toda la jardinera la joia, pero que no, que el mosquito no hace ni puñero caso. En casa me apaño con las botellitas, pero fuera, ahora que apetece estar a la fresca se nos comen con patatas.

El día que me deprimí del todo fue con el aparato por ultrasonidos, esos mosquitos posandose sobre él, que imagen más bonita.

Oiga, ¿y si les pelo una cebolla en to el hocico?.

Trikki dijo...

¿Y la guerra psicológica?¿Les pongo vídeos de mi sobrino adoptivo el cantante?

Arkab dijo...

Claro que sí Trikki, pero yo consideraría al sobrino más que dentro del apartado de Guerra Psicológica en el de Ultrasonidos del Más Allá.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas