Parlophone VI




17 Revelaciones:

Trikki dijo...

Oiga Arkab, que como le fue con la paella, ¿se podía comer?¿lo mejor fue el vino?. Intrigado me hallo.

Arkab dijo...

Nada, Trikki, fue un éxito total. La paella y el vino. Todo. No pudimos echarle garrofón porque no hay manera de encontrarlo por aquí, pero salió muy buena. A ver si pone el arroz al horno que Pk. dice que también se apunta a prepararlo el fin de semana. Como verá, yo no toco ni una cuchara, lo mío es comprobar la temperatura del vino mientras ella se entrega al arte culinario.

Trikki dijo...

Oiga Arkab, llevo un cabreo de la leche, le había escrito una respuesta super super extendida, y no sé por qué extraña razón al enviarla se ha perdido en el camino. Hay una canción de Victor Manuel que dice "a donde irán los besos que no damos", pero...¿Donde iran los mensajes que no enviámos?. ¿Existirá un limbo de mensajes donde queden retenidos?.¿Un purgatorio?.¿Tendrán que pasar algún tipo de penitencia antes de ver la luz?. ¿Veran la luz al final de camino?. ¿Se les podrá invocar en una sesión de espiritismo?.

MENSAAAJEEE PERDIDOOOOOOOO
YOOOO TEEE INVOCOOOOOOOO.

Imagino que debe haber un espacio en la red donde se almacenen todos los mensajes perdidos del mundo mundial, y allí estará él, preguntándose "por qué yo, siempre nos toca a los mejores", esos mensajes que nunca llegan a ver la luz, esos presupuestos que te dicen que te han mandado ya por mail cuando reclamas (vieja excusa) y que te van a reenviar de inmediato (pasan dos días más normalmente), allí estarán todos pasando frío.

Vamos, que ya no sé ni lo que le iba a decir de la paella.

Trikki dijo...

Vale, si, ya me centro.

¿No tiene costumbre de cocinar usted, depende del plato o directamente es consciente de que su Pk lo hace mejor y no lo intenta?.

Mi Santa hay infinitas cosas que cocina mejor que yo, sobre todo guisados, la verdad es que ultimamente le pasa con los fuegos como a mi con la lavadora, dice que no sabe ponerlo en marcha y se escaquea.

Yo entre semana no cocino,es ella la que hace la cena ya que todos comemos fuera, pero sinceramente le digo que es por que no me deja. Para la cena me tiene prohibida la entrada a la cocina por que no sé hacer un simple lenguado con patatas fritas.
La mayoría de humanos le pone sal y aceite a la sarten, pasa el lenguado mientras en la freidora hace las patatas y en diez minutos tiene la cena. Pués bien, yo eso no sé hacerlo. No se crea que se lo digo como una virtud que tengo, que vá, soy consciente de que es un problema, por que entre semana hay más prisa normalmente, pero ese mismo lenguado acompañado de una salsa a base de perejil, ajo, pimienta negra molida,aceite y unas gotas de limón, todo machacadito en el mortero y se lo añade a la sarten cuando casi esté hecho, y esas patatas lavadas, sin pelar, abiertas por la mitad con unos finos cortes cruzados,un poquito de pimentón (dulce-picante según gusto), sal,aceite, cinco minutos al micro en los que precalentámos también el horno, y diez minutos más de horno, y tenémos el mismo lenguado con patatas, pero como yo lo haría en un momento dado, lo que ha costado como poco media hora, entre pelar, picar, preparar, etc...Es por eso que me tienen prohibida la entrada en la cocina entre semana.

En cuanto al asunto garrofón, le cuento lo que me pasó en su tierra cuando un verano intenté comprarlo, en un pueblo de Jaen de donde es la familia de mi Santa. Soy muy metódico con las cosas del comer, normalmente me llevo hasta el agua de aquí en una garrafa para hacer la paella, pero me faltaba el garrofón, y una tía de mi mujer que vive allí, me dijo que eso había que pedirlo como "HABICHOLONES". Un Sábado de mañana, me recorrí los super del pueblo, supersol, aldi, masymas, y ninguno de ellos tenía o sabía que eran los dichosos "habicholones", hasta que uno me mandó al mercado ambulante donde una parada vendía fritos secos y encurtidos.
Le explico al señor lo de los habicholones, y me dice que pa qué los quiero, para hacer una paella le digo, y me dice en un perfecto acento andaluz.

- Ah, coñio, zi ezo ze llama garrofón, ahora te lo doy.

No se imagina la cara de gilipollas que se me quedó.

Helter dijo...

Una vez estábamos Miquel y yo en una terraza de l’Escala, cuna del más fino catalán gerundense, y como me conoce y antes de que abriera la boca, me dice: “Aquí ni se te ocurra pedir un carajillu. Aquí hay que pedir un cigaló o un perfumat. Bueno, como a ti te va el chorrito y no las gotas, pues cigaló”. Vale. Viene el camarero y yo, muy seria y digna, le pido un cigaló. Se me queda mirando raro, y en un perfecto andalú me dice: “¿Un qué? Un carajiyo será, ¿no?”

Arkab dijo...

Pues anda que no he perdido yo mensajes en el limbo ése, qué digo mensajes, auténticos novelones. Ahora antes de darle al botoncito, o cuando el mensaje se empieza a alargar, marco y copio, por si acaso.

Oiga, pues en su primera receta paellera fue cuando me enteré por primera vez que existía el garrofón. Se lo dije a Pk. y me contesta "claro, nene, eso es un ingrdiente fundamental de la paella valenciana". La verdad es que mi mujer tiene un fondo de armario gastronómico tremendo. Hasta los doce años se los pasó viviendo en el campo, pero como se hacía antes: sin agua corriente y sin luz. Y claro, de guisos sabe un huevo. Nosotros sí comemos todos en casa y es al mediodía cuando prepara los platos de más enjundia. En la cena ya se deja ir un poco (ella no cena), salvo cenas más especiales del fin de semana, y es más que nada picoteo. Yo no doy un palo al agua en la cocino, no tengo ni idea de cómo se hace cualquier cosa. La experta es ella y además es seguidora del canal huevo frito del plus. Yo algunas veces le sugiero platos que pruebo en comidas de negocios y ella ya hace después lo que le da la gana. Eso sí, degustando soy un poco porculero porque no me callo tanto si me gusta algo como si no. En términos exactos de Pk. soy un sibarita joíoporculo que no hace ni el huevo. Pero en el fondo me quiere.

Trikki dijo...

Mire Arkab, en cuanto tenga un rato para meterme en la cocina y para que lo haga usted, sólo para que lo haga usted (Ya le estoy imaginando cerrando la puerta de la cocina con llave "aqui no entra ni Dios que estoy creando"), le voy a enchufar una sencilla recetilla paso a paso de pimiento (rojo) relleno de arroz, que se hace al horno, que como se le ocurra hacerla bien, su Pk no le vá a dejar salir de la cocina nunca jamás en la vida. Pruebe hombre, pruebe, que nunca es tarde para pillarle el gusto a lo que uno mismo cocina.Le aviso, quien medio cocine podrá decirle que engancha, es un riesgo a tener en cuenta.

Helter dijo...

Y tanto que engancha. Sobre todo cuando se te chamusca el delantal y te se queda pegao al quemador.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Trikki, lamento decirle que esas patatas sin pelar estarán muy buenas pero que se cuide con la solanina. La conocida frase «de la patata, la piel es lo mejor» es cierta siempre y cuando le añada al final «...para una última cena». La piel de la patata contiene una buena concentración de solanina, un alcaloide tóxico que si se ingiere en una buena cantidad produce tan sólo sequedad en la boca, sed, palpitaciones, delirio, alucinaciones, parálisis y, en el peor de los casos, la muerte. Al quitar la piel de las patatas está eliminando entre un 30 y un 90 % de solanina, por eso es aconsejable pelarlas sempre (ya, lo sé, ...asadas con piel, fritas con piel, las papas arrugás...), antes de cocinarlas. ¿Que donde se concentra más la solanina? en la piel, pero sobre todo en los retoñacos esos que le salen y en las zonas verdosas (que porque sean zonas verdosas no significa que están muy verdes, muy frescas y muy sanas, sino todo lo contrario, ese verde, que no es otra cosa que clorofila inútil, le advierte que esa patata está más solaninizada que un gorrino comedor de pieles de patata). ¿Que aún así con lo que le digo le gusta la solanina? bien, entonces no olvide poner las berenjenas al sol para que le fabriquen bonitos colores verdosos en la pulpa.

Trikki dijo...

Oiga que gracias Harry, pero que las pelámos antes de comerlas.

Curiosamente mi señora hizo hace bién poco un curso de manipulador de alimentos, y el señor de Sanidad le dijo que patata verde a la basura directamente, ya sabe,ese verde casi fosforito que cojen algúnas. No sé si tendrá razón o no el de sanidad, pero sé que van a la basura las verdes. Además creo que si pillo la documentación del curso,(que luego leí) hasta podré demostrarle lo que digo, lo más sorprendente de lo que le dijo es que los yogurts y los huevos ¡no caducan¡.

Harry Sonfór dijo...

Haga caso a su señora, patata verde a la basura. Patata verde: fuente de solanina. Que la patata tiene zonas verdes: a la basura entera con ella. En todo caso, es mejor pelarlas antes de cocinarlas que de comerlas, que si cuece o fríe la patata con la piel la patata rechupetea hacia sí misma la solanina.
Con lo de los huevos puede hacer usted un experimento, que es meter unos huevos en estiércol de caballo y tenerlos ahí la tira de años. Los orientales lo llaman «huevo de los 100 años», y queda como un huevo duro traslúcido ambarino con la yema verdosa y sabor y olor a huevo podrido. Si quiere unos huevos duros bonicos de ver, cuando estuve en China vi que los chinos tenían la costumbre de meter los huevos duros en té negro. La cosa es coger un huevo duro y cascarlo todo sobre una superficie plana para que quede la cáscara con rotos (como si fuera un craquelure) y luego meter el huevo en té negro. Luego lo pelas y te sale un huevo craquelao para desayunar. Otro día le cuento esa escena tan bonita en la que me vi en una mesa redonda rodeado de señores chinos sorbiendo huevos fritos. Que momento más bueno. Como yo también estaba desayunando creo que es de las veces que me sentí más integrado con el resto de la humanidad humana.

Arkab dijo...

Venga, Trikki, le prometo que esa receta la preparará un servidor sin ayuda de la señora. Y además me voy a poner un delantal con panecicos romanos que me trajo el otro día un amiguete de Italia. Ya veremos si con mucha o con poca ropa debajo. Si me visita el de Sri Lanka el fiji, les juro que con poca ropa, que esa bandera tiene magia. Dios mío, se me ponen Trikki y Harry a contar cosas y casi llego a tres mil visitas en un pis pás.

Trikki dijo...

Apreciado Arkab, no nos atribuya usted méritos que no nos corresponden en cuanto al número de visitas. Al Cesar, lo que es del Cesar, y a las Teutonas de peras limoneras y madera de teca, lo que es de las teutonas de peras limoneras y madera de teca.
Es el boca-teta, perdón,quise decir boca-boca, lo que funciona en esto del marketing.

Oiga Harry, no se le olvide contarme esa história de los chinos absorve huevos.

Harry Sonfór dijo...

Oiga. Arkab, que si le había dicho que Uschi Digard es lo más grande del mundo.

Harry Sonfór dijo...

Ya casi se la he contado, Trikki. Imagine: baja de la habitación del hotel temprano, se prepara una bandeja con el desayuno con su pasta, sus palillos, su zumo de naranja, sus bollitos, sus verduras (una especie de acelgas baby fritas con salsa de soja riquísimas) y se sienta solo en una mesa redonda grande. De ponto enpiezan a llegar chinos a punta pala y se sientan todos alrededor y se ponen a sorber huevos fritos como si la vida se les fuera en ello. Y ahí recuerdo que me dije «Toma castaña, estoy en China, qué bueno. Mola».

Helter dijo...

Uy, eso no es nada. Recuérdeme algún día que le cuente lo de mi cena con un equipo de waterpolo en un macdonals de Salou.

Harry Sonfór dijo...

Pues ya tarda, Helter.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas