Sobre la confusión entre hadas y libélulas




Tienen que saber que las libélulas no deben confundirse nunca con los caballitos del diablo (también llamados señoritas). Ambos son del orden Odonata, pero mientras las libélulas son anisópteros, los caballitos son zygópteros. Ya tienen claro que deben diferenciar libélulas y caballitos del diablo o señoritas. Es fácil. Ahora viene lo verdaderamente importante: hay quien dice que las libélulas son hadas. No. Es mentira. Las libélulas son anisópteros primorosos, las hadas son seres horribles. ¿Se transforman las hadas en libélulas? No, no y mil veces no. Hadas, feas (y salidas); libélulas, bonitas.

8 Revelaciones:

Trikki dijo...

Oiga Arkab, que eso en mi tierra se llama Parotet, y me gustaría que viera lo que una libélula es para Miquel Navarro, escultor, creo que Helter tuvo oportunidad de ver en vivo esta escultura. Navarro es una especie de bohemio al que usted pordrá ver paseando en bici por su pueblo, Mislata, es del tipo de gente que vive en su mundo.
Toda su obra está plagada de críticas bestiales aquí en su tierra, para que se haga una idea, su primera fuente aquí es "la pantera rosa" y bueno, usted puede ver en su web que le parece, pero le pongo su libélula.

http://www.miquelnavarro.com/Obra_granformato_imagen.asp?img=14&num=1&tam=1

Badil dijo...

Pero la escultura esa se la han hecho al palo de la libélula ¿no? ¿será palet lo que pone en la chapica del título en vez de parotet?.

Helter dijo...

Ah, pues sí que la vi, pero... disculpen mi entomológica ignorancia. Creí que era un insecto palo haciendo la vertical.

Trikki dijo...

Juas Arkab, voy a sustraerle al bombero torero que me ha molao, tiene sitio bajo la Pfeiffer.

Helter dijo...

Como curiosidad lingüística, sepan que tanto libélula como caballito del diablo en catalán se dice "espiadimonis". ¿A que es bonito el nombre?

Trikki dijo...

Pero hombre, que me ha hecho con la Pfeiffer, puedo perdonarle la vizquera integral que le ha colocado, pero hombre, cargarse los hombros más sexis del cine actual con un jersey de cuello subido, eso si es imperdonable.

Se merece un ejercito de bomberos tras usted manguera en mano.

Arkab dijo...

Oigan, que agradezco muchísimo sus aportaciones de idiomas, ya saben que a mí me gusta mucho la cosa de aprender palabras en otras lenguas.

Lo de tener un bombero con manguera detrás, no, Trikki; no es lo mío, para qué voy a engañarle..

Anónimo dijo...

tu que diablos sabes de hadas inepto.
primero investiga antes de insultar algo que tu pequeña y limitada mente crea.

No es nadie para asegurar tales cosas. Las liubelulas en efecto son muy lindas, pero las hadas tambien, no tienes por que decir que las hadas son feas.

Las libelulas que tu dicen son una especie de camuflaje en este mundo para que ineptos como tu no les hagan daño.

Adios ignorante.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas