Sobre las cejas, las uñas y otras cosas que sobresalen del cuerpo




Pregunta: Maestro, ¿es lícito recortarse las cejas un poquico, un cortecico de nada por arriba?
Respuesta : Esto es lo que dice el Códice Sagrado:
[...]10 Dicen que cuando aún es de noche, cuando aún no sale el Sol, cuando no amanece, dizque se juntaron en uno, convocaron los dioses allá en la otra tierra, la eterna, dijeron, se dijeron unos a otros: —Venid acá, dioses, ¿qué habrá de hacerse con la natural inclinación innata del ser humano a recortarse las uñas y las cejas, a la circuncisión, a afeitarse el pubis, a recortarse los bigotes y a depilarse las axilas? Y luego por más cierto, por allá habla aquél, se presenta delante un dios, y dijo: —Dioses, no ha de ser.
11 Una vez más dijeron los dioses: —¿Estará permitido quitar cejas a la mujer, si su aspecto es desagradable, porque son anchas y asemejan a las de hombre? Luego por esto juntos, se ponen a ver, se miran unos a otros, y se dicen: —Si ha de ser para las cejas de mujer porque su aspecto sea desagradable, porque son anchas y asemejan a las de hombre, que sea por depilación y que no sea por más de cuarenta noches.
12 Y los dioses iban a tratar la circuncisión, pero un dios de una vez fue a atreverse, se hizo violencia, esforzó su corazón, cerró los ojos por no tener miedo, por nada se amedrentó, no se paró en la carrera, no retrocedió, sino que al punto dijo: —Bueno, vale, pero que se invoque la maldición a aquél que recorte a hombre la ceja a tijera que quedará prohibido por siempre.[...]

Arriba, David Hemmings antes y después de.

7 Revelaciones:

Badil dijo...

Oiga Arkab, que se ha confundío y le ha echao la maldición del Burisburis al Trikki.Y él no se había metido con la Fri(gi)da.¿A que no Trikki?

Helter dijo...

Trikki, que sí que se puede entrar en los blogues de Harry y Arkab. ¡Anda, que si no puede entrar no podrá leer este mensaje!

Harry Sonfór dijo...

¿Ve qué cejacas?

Badil dijo...

Lo que hace el señor con las criaturas

Trikki dijo...

La mirilla, éra la mirilla contadora de visitantes, que digo yo que si usted lo tiene a bien, ¿Podría poner una mirilla panorámica con el escote de la Barceló?. Con esa fijo que entro.

Badil dijo...

Tikki, ¿Está usté seguro de que es humano? Que igual por eso ni le cuenta ni le deja entrar.Que cuando no había contadores de humanos no había discriminación, pero ahora que han puesto seguratas pues se ha jodido la marrana. A mí no me dejan votar en su bloc. Yo le doy a la del tren que se ha ido, que lo sepa, pero no me deja. Me ningunea. Aunque manoteo y salto como una posesa.

Trikki dijo...

Oiga Badil, que la cosa del tren, que está usted dale que te pego y no puede, achaquelá a una intervención Divina. Tiene razón en cuanto al contador, a los Angeles o demonios ¿nos detécta o no?


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas