Delicias de col fractal



Tome un brécol y proceda a hibridarlo con una coliflor hasta obtener un romanescu rico en vitamina C, fibra soluble y carotenoides. Póngale un nombre científico bonito; por ejemplo, Brassica oleracea. Ahora deberá cocer la cantidad que le apetezca comer y servir con un chorrito de aceite de oliva o bechamel, o incluso puede rebozarlo. Ah, ¿que no le gusta a usted el olor a col cocida? No se preocupe, se lo puede comer también crudo. ¿Cómo dice?, ¿que no le gustan las coles ni crudas? No pasa nada, ponga los romanescus en un bol y sitúese en un lugar bien iluminado ─no olvide colocarse los anteojos para ver de cerca, que usted ya va teniendo una edad─ y observe la maravillosa geometría fractal que presenta el romanescu en su estructura.

4 Revelaciones:

Spanique dijo...

Este entrada me recuerda un capítulo de "Numb3rs". Hihi (ya sé, creo que no la ve nadie, y que solo me gusta a mí) Pero es verdaverdadera, qué bonita es la col romanesco esta

Badil dijo...

Oiga Spanique, que yo tambien la veía, con la sensación de que me podían colocar cualquier teoría matematica de pega en cualquier momento pero ¿y la ilusión de que en las comisarías la proporción de sabios ganase a la de mamporreros?

Spanique dijo...

Ay ay ay con tanto blog se me pierden las entradas. Me alegro, de que usted también la viera Badil, ya me siento menos sola . (Aunque ahora no sé si irá usted hasta este post)

Badil dijo...

Spanique, yo soy como Dios. Estoy en toas partes aunque no se note si pa bien o pa mal


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas