Las bermudas de William Beebe




Seguramente la foto de William Beebe (1877-1962) con su batisfera junto a Otis Barton, realizada en Circa 1932, les parecería la que más corresponde a un interesante y muy conocido naturalista, explorador y escritor estadounidense, que contó entre sus amistades a Theodore Roosvelt, Rudyard Kipling y el Príncipe Jorge de Inglaterra. Pero no, les traigo la de uno de los famosos partys que organizaba durante sus viajes porque me he quedado prendado de sus bermudas (es el tercero por la derecha). Durante el mismo, es probable que contase que después de resbalar por una empinada pendiente en el Himalaya, y mientras se hallaba tendido en el suelo, sintió algo que lentamente se retorcía entre sus dedos y que luego vio que se trataba de una enorme serpiente cobra apartándose de él. O del pánico que se siente descendiendo a centenares de metros en la profundidad del océano dentro de una pequeña esfera tras observar que hay una entrada de agua. W. Beebe no era seguramente tan listo, ni tan rico, como O. Barton, pero tenía un poder de atracción y un espíritu de iniciativa que lo hacían destacar allí donde fuese y en todos los fregados en los que se metía. Añádanle que tuvo una notable fama de mujeriego porque al parecer se liaba con todas las ayudantes que le acompañaban en sus expediciones por océanos, ríos, selvas y montañas. Esto sí que era un hombre de verdad y no los pocholos de mi Helter.

11 Revelaciones:

Helter dijo...

Ahí, muy a mi pesar, no tengo más remedio que darle la razón. Este sí que era un hombre de verdad. Solo hay que ver la varonil postura de sus depiladas piernas, así, una delante de la otra y ligeramente flexionada, la más clásica postura para lucir pantorrilla.

Arkab dijo...

Je, je, fíjese que se trata más bien de pisar el trofeo recién obtenido posando ante el fotógrafo como haría cualquier buen cazador que se precie de tal.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Arkab ¿estos señores eran de familia buena, no? Vale, no hace falta que me conteste.

Arkab dijo...

Sí, sí, claro. Barton era aún más rico (que lo dice Bryson), pero no disfrutaba tanto. De todas formas, aún no acierto a adivinar qué diantres hace el señor que vende cupones de la derecha. ¿A ver si me han metido un fake?

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Arkab, que dígale a su Pk. que el próximo día que vaya a una gran superficie compre las tortitas de maíz de Bicentury, la de maíz, no las de arroz, esas que anuncia esa chica que fue novia de Pedro Ruiz (oh, dioses). Que me le diga que las compre, que cada tortita sólo aporta 30 calorías, que es un ná de calorías y que llega el verano y hay que lucir bañador. Que se lo digo más que nada para que cuando las tenga en casa (aunque es un producto de esos maliosamente dirigido a las mujeres) las pruebe. Oiga qué buenas. Secas, sí, pero buenas y bien sabrosas. Y llenan. Yo creo que podría aguantar unos tres meses comiendo sólo tortitas de maíz Bicentury. Oh, sí. Vaya, pues ya llevo 90 calorías en un plis plas.

Harry Sonfór dijo...

Ojo, que no es fake, que ese tipo tiene un aire mezcla de Millán Astray y el Zurdo de La Mode. Nada, fake no es.

Arkab dijo...

Por Nuestra Santísima Señora de Czestochowa, Harry, no sabe usted en el jardín que se ha metido con esas tortitas Bicentury. Pinche aquí.

Arkab dijo...

Ahí no, Harry, que la Helter me ha jaqueao el enlace, mejor aquí

Harry Sonfór dijo...

¡Virgen del Verbo Divino! ¡¡¡Como se entere el Santi Santamaria!!!
Claro, ¡¡¡así tengo el páncreas, que parece un panqueque con jarabe de arce de contento que está!!!

Badil dijo...

Yo tambien lo veo muy varonil, como de Beeber se la botella de varondandy toa.En realidad se parece a una de las maripiratas de la Helter. Pero vale, deseo concedido: pa usted el hombre de verdad y yo ayudo con los pocholos, que aunque no valen pa ná son muchos, pobrecica Helter.

Helter dijo...

Diga que sí, que nos dedicaremos a engordar juntas, a rajar compresas para ver cómo es la gelatina de su interior, a comparar marcas de detergente y a apechugar con los pocholos.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas