Álbum de fotos familiar




—Esta foto es de la Navidad de 1966. El gato que cuelga de la lámpara del techo es Rufus, lo ahorcó mi hermano Oliver aquel día porque se negaba a entrar en la bañera para ser lavado. ¿A quién se le puede ocurrir lavar a un gato? Oliver tenía entonces ocho años y era poco condescendiente para su edad. Se enfadó y, zaca, a la horca gatuna. Oliver es el que está sumergido en la bañera. ¿No te recuerda a la Ofelia de Millais? Cuando Mamá entró y vio a su Rufus colgado, tomó a mi hermano por el pescuezo y, zaca, al agua con él. Ni se lo pensó. Bueno, si es que se le puede llamar pensar a lo que hacía entonces, porque había dejado de tomar el haloperidol unos meses atrás. Mamá es la que yace desnuda y decapitada en el suelo. Papá la encontró dispuesta a darse un baño allí mismo. Imagínate, con el cuerpo de Oliver dentro de la bañera, vaya despiste. Papá todavía estaba ebrio. Papá siempre estaba ebrio. Tambaleándose fue al cobertizo, tomó en sus manos el hacha que teníamos para cortar la leña de la chimenea y, zaca, la cabeza de Mamá rodó por el suelo. Después cargó uno de sus rifles y, zaca, se abrió la tapa de los sesos. El pie que asoma por la puerta del cuarto de baño es el de Papá.
—Guau, es una foto muy impactante.
—¿Verdad que sí? Suerte que era Navidad y pude tener aquella Polaroid Modelo 20 «Swinger» como regalo de la abuela Agnes. Es la fotografía que más le gustaba a ella también.

10 Revelaciones:

Spanique dijo...

Ahh aquí estaba yo al acecho. Vaya vuelta!!! La verdad es que después de la lectura de su entrada no sé si le han sentado las vacaciones bien o muy mal. Perpleja estoy

Harry Sonfór dijo...

Ah, qué entrada más cuca.

Miranda dijo...

Hala que bien!
Ya se pueden poner cosas.

Veo que aquí tampoco aparece el favicon.
Son la monda.

Beso.

M.

Helter dijo...

Pues yo quería escribir algo la semana pasada, pero no pude y ya se me ha olvidao. En fin. Creo que era algo así como que me había gustao la entrada, siniestra pero en su punto justo.

Arkab dijo...

Pero qué maleducado soy, que ni vengo al blosj a contestarles. Oigan, que no, que me va todo de maravilla, salvo que dentro de una semana vuelvo al curro. Que la entrada era solo un barrunteo repentino de los que me dan sin más. Iba a preparar una cosa sobre Guillaume Duchenne de Boulogne y la electroterapia, pero resulta que ya ha escrito medio mundo sobre él, así es que me dije pues voy a matar un gato y ya vino todo lo demás detrás. Ahora estoy con la cosa de la sincronicidad, pero no me sale nada. Bueno, puede que sea que me ha dado por cambiar el criadero de pájaros que me tiene herniado de agujetas. Eso y la caminata matutina con la Luci para ver si me entra la corbata en el pescuezo. Como soy tan manazas, me paso el día dibujando los planos de los nuevos criaderos y poniendo la pared como un queso de gruyere con el trompo sin mucho éxito, hasta que el mosto nuevo de por aquí, que es como la absenta de Verlaine y Rimbaud, me desmaya. Y cuando despierto, vuelta a empezar. Un sinvivir las vacaciones, oigan.

Arkab dijo...

Esteeeeee... ¿A ustedes no les pasa que miran la foto ésa de la Polaroid y ven un guardia civil con su tricornio? Vale, vale, ya me lo hago mirar y todo eso.

Harry Sonfór dijo...

No solo eso, que servidor cuando vio la foto dijo ¿para qué habrá puesto aquí una foto de un guardiacivil con su bigote y todo? y luego ya vi que no, que era una polaroid modelo Benemelaroid.

Trikki dijo...

Oiga tiene razón, que si fiera de estas instantáneas parecería como si escupiera una multa en lugar de una foto.

Helter dijo...

Pues yo veo a una guardia civila que hace algunos lustros que no sa depilao el bigote.

Farencica dijo...

Jodo, ha vuelto usté con ganas.


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas