Piscina nocturna




Esta mañana me compré en el Decathlon un gorrito negro de licra y unas gafitas y esta tarde noche me he ido a la piscina del gym a estrenarlas. Como es Navidad y eran las ocho y cuarto de la tarde ─los sábados cierran a las nueve─ la piscina estaba vacía, salvo los dos monitores guardianes. Me he duchado, me he puesto el gorrito negro de licra y las gafas con destellos azules y me he sentado en un banco. Los dos monitores, uno a cada lado de la piscina, en diagonal, me miraban mientras yo pensaba por qué calle iba a nadar. Elegí la última, justo en la diagonal contraria a la de los monitores guardianes a punto de terminar su jornada. Empecé a nadar en crol, chaf-chaf-chof y aire, y color azul debajo, hasta que crucé los primeros veinticinco metros. Puse la mano en el bordillo para dar la vuelta y vi las chanclas del monitor que había cambiado de diagonal. Giré, nadé de nuevo en crol en sentido contrario (en otro caso no habría girado, claro está), chaf-chaf-chof y aire, y color azul debajo, veinticinco metros más, mano en el bordillo y chancletas del otro monitor. Me incorporé y me senté al filo mientras los dos monitores parsimoniosos volvían a cambiar de diagonal. Miré el reloj. Las ocho y cuarto pasadas. A casa.

7 Revelaciones:

Anónimo dijo...

O sea, que nadó tres minutos aprox.
Ahora vengo yo del chapuzón y envidiaba el suyo (un domingo por la mañana no es lo mismo, no señor)

anagadner dijo...

¿y se bañó con el gorrito de licra y las gafas destelleantes, solamente??ays, dios, ayssss...Provocador

Arkab dijo...

No crea, lady, yo también he vuelto esta mañana, pero esta vez no me ha dado desasosiego y hasta he hecho veinte largos. Veinte largos resacosos. El color no era el mismo, no.

Anagadner, los detalles del resto de mi atuendo bañeril sólo se los daré en presencia de mi abogado que es de Tauste.

Arkab dijo...

Una cosa más: Alto Moncayo. El que he probao yo, el que estoy probando yo ahora mismo, es el de 2006. Garnacha pura en estado puro. Impresionante. El Veratón, que es su hermano, es bueno, pero es que éste es una cosa cosera grandiosa. A tomar pol culo tanto Somontano.

P.S.: Esto me pasa porque tengo amigos que me quieren, ya ven.

anagadner dijo...

¿y el Baltasar Gracian viñas viejas garnacha??ays, que me pierdo

miguelgato dijo...

¿El abogao soy yo?, ¡Ah!, estooo... mi defendido no responderá a ninguna pregunta que pueda incriminarle.

Los garnachas viejas de Borja son casi todos buenos pero ultimamente los de Bulbuente están pillando mucha fama. Tome nota de este enlace:

http://www.gruporuberte.com

Esta marca no la lleva su vinatero de confianza (y el del Harry) pero mi amiga Susana hace unos vinos que te cagas.

anagadner dijo...

¡Paker, tiembla!


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas