El Dr. Vander





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Delgadez. Cómo engordar».
Dr. Vander

Librería: Libros usados Rocid
Precio: 10,75 euros
Envío para España: 6,90 euros

Descripción: Sintes.- 1966.-, 1966. 159 pag.-
solapas.- 8042. Nº de ref. de la librería 11579


Adrian van der Put, transfigurado por obra y gracia de la mercadotecnia en Doctor Vander, fue Jefe de Enfermeros del Sanatorio de Kuhnne en Leipzig. Inició su actividad junto al Dr. Eduardo Alfonso en 1919. Demandado por no ser médico, se dedicó a escribir libros sobre naturismo médico.


13 Revelaciones:

Helter dijo...

Me encantan los dibujicos de la izquierda, son como los de los recetarios que venían con las minipimer en los 70.

Harry Sonfór dijo...

Oiga, yo de niño tenía un librito que igual era del mismo doctor Vander para ver bien sin gafas. Tenía muchos dibujos descriptivos con ejercicios. Hice todos ellos, de rotar los ojos para un lado, rotar los ojos para otro lado y cosas así, no hice lo de echarme gotas de limón en el ojo, que me parecía una práctica un poco canalla, pero bien, a lo que vamos. Que sin gafas sigo sin ver bien, es más, sin gafas veo igual que un limaco miope, todo borroso, plano y como con 28 filtros uno encima del otro de esos que ponía Hamilton en sus fotos. Luego descubrí que por mucho que gires los ojos de un lado para otro, el índice de convexión del ojo no se corrige así. Qué puñeta. Pero oiga, no todo va a ser malo, que luego está esa idea de que los miopes miran más profundo a los ojos, y sí, miran más profundo porque cuando te miran necesitan poner los ojos con el foco en el cogote del observado. Ahí está el truco del miope.
Otro día le cuento una cosa interesante sobre miopes, que dicen los oftalmólogos que los miopes lo que son es unos viciosones del ver bien, que quieren ver mejor que los que ven bien, mucho mejor. Vaya, que lo que para muchos es un jersey de angorina para un miope es un entramado de fibras con sus pelitos, pelo por pelo. Cosas de miopes.

Badil dijo...

¡Los naturópatas esos son de los que recomiendan beberse las orinas y tal? . Que yo conozco un caso de una tal Lupe que lo intentó, pero que no considero que le saliera así como bien...

ludovico dijo...

Conyo, ese libro lo he visto en una estantería en casa de mi suegra. Ahora me lo explico todo. Arkab me acaba de abrir ud. el culmen del entendimiento.

Trikki dijo...

Oiga Harry, a mi me hicierón unas graciosas pruebas para operarme la miopía que consistíerón en dejarme casi ciego, me dilatarón las pupílas o algo así. El médico y la enfermera, de la misma complexión corporal, pasarón a ser bultos sospechosos ante mis ojos que no distinguía más que por la voz. Tras una tarde ciego (y sin fumar nada, eso si duele), me dijerón que tenía la córnea muy fina como para operarme y hasta hoy, pero creo que el medico me dijo:

"Igual te sale un tal Doctor Vanner, que de esos hay muchos, que te dice que sí que te opera, yo de tí no lo haría, forastero".

Lo que no puedo decirle es que cara puso cuando me dijo esto.

Harry Sonfór dijo...

Trikki ¿se ha preguntado alguna vez por qué hay muchos oftalmólogos con gafas? pues porque antes de ser oftalmólogos han sido viciosones del ver bien.
¿Se ha preguntado por qué muchos oftalmólogos miopes no se han operado y siguen llevano gafas? porque su trabajo requiere precisión, y saben que si se operan la miopía van a ver bien de lejos, pero igual pierden el puntito ese miope que nos hace ver de cerca mejor que los demás seres humanos de toda la humanidad. La miopía es viciosa, por eso cuando nos cambian las gafas, los oftalmólogos, que son coom sádicos, nos bajan un poquirritín la graduación que realmente deseamos, esa que os hace ver los pelitos de cualquier cosa a cierta distancia.

Arkab dijo...

Muy cierto lo dicho por Harry y Trikki. Yo desde que descubrí los polímeros japoneses es que me niego olímpicamente a la operación. Hace ya muchos años que mi oftalmólogo se negó a seguir subiéndome la graducación. «Tú lo que eres es un guarrillo, tú no quieres ver pelos, tú lo que quieres es ver hasta las ladillas, degenerado; ¿qué te has creído que es esto, un microscopio electrónico?», me dijo para avergonzarme.

Trikki dijo...

Oiga Arkab, ahora que no nos lee nadie, ¿el Dr. Vander este tiene algo que ver con el del casco negro de la guerra de las galaxias?

Anónimo dijo...

¿Qué opinaría del pescado panga y del surimi?

Anónimo dijo...

un respeto xa el doctor vander.
mcv

ANTIMANGURRINO. dijo...

ES MUY IRRESPONSABLE SU MANERA DE ACTUAR EN SU BLOG ASÍ COMO TAMBIÉN DEL TIPO DE`PERSONAS QUE ENTRAN A HACER SUS COMENTARIOS QUE SON POR DEMÁS ANTOJADIZOS, QUE MÁS SUENA A ENVIDIA QUE UN ANÁLISIS REFLEXIVO Y CRÍTICO DE SUS OBRAS DE MEDICINA NATURISTA, YA QUE SEGÚN LOS "COMENTARISTAS" TODO LES LLAMA A BROMAS Y NADA DE ANÁLISIS OBJETIVO.DÍGAMOS QUE ALGUNA VEZ FUE DEMANDADO POR NO SER MÉDICO, PERO ESO NO IMPIDE QUE DESPUÉS FUERA UN ESTUDIOSO DE LA MEDICINA NATURISTA. Y DIME ¿QUIÉN ERES TÚ? ¿TE PARECE BIEN? CONTACTARTE CON ESE CONJUNTO DE PERSONAS QUE HABLAN DISPARATE TRAS DISPARATE Y SEGÚN TÚ CONTRIBUIR A ALGO. DESPIERTA, REACCIONA A VER SI MIRAS LA VIDA DE OTRA MANERA MÁS POSITIVA PARA TI.

Anónimo dijo...

Opino igual que antimangurrino que los comentarios estúpidos que dicen , no reflejan la vida y conocimiento del Dr. Vander quien beneficio a millones de personas con sus consejos.

Anónimo dijo...

Conheces os trabalhos de Dr. Vander? Como consigo mais informações sobre ele? eude12e3 @gmail.com


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas