Continencia periódica



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GRAVE CASO DE CONCIENCIA EN EL MATRIMONIO. Su solución por la continencia periódica conforme al método de Ogino».
MAÑA ALCOVERRO, Joaquín y TERRADES TINTORÉ, Eduardo

Librería: Ex Libris Librería Virtual
Precio: 6 euros
Envío para España: 3,75 euros

Descripción: Eugenio Subirana Editorial Pontificia, Barcelona, 1951. 8º mayor. Col. Amor, Matrimonio, Familia nº V. Imprenta Subirana. Barcelona. 226 pp. Rústica. Manchas óxido, ligeramente fatigado. 9ª edición. Sello anterior propietario. Nº de ref. de la librería 536790

3 Revelaciones:

Badil dijo...

¿ Dios esta de acuerdo con el sexo anal y oral?
Esta pregunta me ha esta inquietando durante bastante tiempo y me gustaria saber su opinion de este tema.

Arkab dijo...

Badil, por el bien de este blog y de mi autoestima, espero que la opinión que solicita sea dirigida mayestáticamente al mismísimo Dios o, en su defecto, al Doctor López Ibor.

Badil dijo...

No se asuste.Es una pregunta apropiada que me asesoré en cristianos.com,pero me interesaba más su respuesta que la de la de los cristianos.com . En cuanto a la de López Ibor prefiero la de Chiquito de la Calzada,por ejemplo. Ahora bien si tiene mano con Dios y Dios me contesta, chachi. Algún partido le sacaremos


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas