Parlophone II



8 Revelaciones:

Harry Sonfór dijo...

Oiga, Arkab, como veo que le ha gustado el término birabolas, le pego aquí la definición que ponen en la Biquipedia:
«As birabolas son una sozorden d'inseutos aintro d'es lepidopteros. Tienen l'aparello bocal modificato que s'ha transformato ent'a una trompa, e ras alas cobiertas d'escametas. En bi ha que son nouturnas e tammién diyurnas.»

Arkab dijo...

Amo as birabolas y amo a Penny. Y además mañana no trabajo. Esta noche amo a todo el mundo. Bueno, a Rajoy no, pero a todos los demás sí. Me voy pal catre.

Harry Sonfór dijo...

Maldita sea, sabe usted que les envidio por no ver esa serie. Yo lo que quiero es que salga de una vez en DVD, desde el principio y así vérmela como dios manda, que tengo el pálpito de que me gustaría, pero si me pongo a verla ahora andaré, eso, perdido.
Ay, qué tensión.
Ay, qué desasosiego.
Que disfrute mucho su día de relax.

Farencica dijo...

Que no es por meterme en la conversación, pero de qué serie hablan?

Helter dijo...

De Perdidos, Lost, que va de unos que se escoñan en un avión sobre una isla desierta que luego resulta que más que desierta parece la rambla en hora punta, y que todos tienen muchos secretos y que la isla es rara y les dice cosas y les enseña fantasmas.

Helter dijo...

¿Y diccionario aranés no tiene, Arkab?

Farencica dijo...

Aaah! Ya la seguía yo por interné y ahora la sigo en directo, pero se han puesto de un místico, y con viajes en el tiempo y todo... y no sigo por si les chafo.

Helter dijo...

Yo he visto cuatro episodios de la nueva temporada, pero durmiéndome miserablemente en los últimos diez minutos de cada uno de ellos, que es cuando pasan cosas. Total, que no mentero de nada, y me da perro volverlos a ver...


The Goldfinch Carel Fabritivs (1654, año de su muerte)

Ernst Haeckel

Ernst Heinrich Philipp August Haeckel
(* 16. Februar 1834 in Potsdam; † 9. August 1919 in Jena)
war ein deutscher Zoologe und Philosoph.

Portraits

Lithographies

Kunstformen der Natur


El órgano fantasma

«Cuenta Montaigne que cuenta el piadoso Santiago de la Vorágine que en un pueblo de Alsacia vivía un hombre que tenía adherido a su cuerpo el cuerpo más pequeño de otro hombre, una especie de bebé descabezado que se clavaba a su huésped más grande a partir del cuello. Un médico peregrino se ofreció a extirpar la anomalía con ayuda de un cirujano local. Una vez concluida la operación, el paciente se mostró muy agradecido y contento. El médico peregrino no le cobró un céntimo y a cambio sólo le pidió que le dejara llevarse el cuerpecillo extirpado y convenientemente disecado para exhibirlo por doquier como prueba de su talento. Semanas después, el paciente empezó a dar señales de una terrible melancolía: decía seguir sintiendo la presencia de aquel cuerpecillo, como si aún lo llevara adherido a sus carnes y declaraba que su ausencia le hería el espíritu mucho más que otrora su presencia el cuerpo. Según algunos comentaristas, el hombre acabó vagando por la tierra como un alma en pena. Otros autores afirman que el paciente sencillamente murió de tristeza dos meses después de la cirugía. Respecto a la suerte del médico el veredicto de todos es unánime: pagó su vanidad con la muerte a manos de unos salteadores de caminos». Monstruos y fenómenos extraordinarios de la Edad Media, Patricio Ferrufino S.J.
Citado por Santiago Cárdenas